Con la campaña Soy Antipólvora el Área Metropolitana del Valle de Aburrá hace un llamado para al cuidado y protección de la fauna silvestre. A línea de emergencias de fauna silvestre han llegado más de 40 reportes de animales aparentemente afectados por el uso de la pólvora

Un búho rayado que cae a un patio aparentemente aturdido por el sonido de la pólvora, es uno de los casos atendidos por el CAVR del Área Metropolitana del Valle de Aburrá en el mes de diciembre de 2024. Este animal sufrió de úlceras en ambos ojos debido al golpe. Como este reporte han llegado más de 40 s la línea de emergencias de fauna silvestre.

El sonido de la pólvora genera pánico en los animales, lo que tiene consecuencias muchas veces fatales para ellos. Estas pueden ser físicas como las arritmias cardiacas o comportamentales como los desplazamientos en la búsqueda de refugio que terminan por desubicarlos.

“Tenemos más de 40 atenciones de fauna silvestre que han llegado al CAVR en condiciones muy lamentables de salud debido al uso de la pólvora. Invitamos a todos los ciudadanos a que seamos conscientes de la protección que requieren nuestros recursos naturales”, afirmó Paula Andrea Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Durante la temporada de diciembre y enero también aumenta el riesgo de atropellamiento y colisiones contra edificios y vehículos. Los polluelos pueden salirse de los nidos y los cachorros de las madrigueras, por lo que quedan expuestos a ser depredados.

Otros de los casos reportados son: una zarigüeya en el barrio Pedregal de Medellín, que lamentablemente fue encontrada muerta, con tres crías dentro de su marsupio luego del uso de pólvora en el sector.  La Ciudadanía también ha alertado sobre el ingreso de estos animales a sus casas, asustadas por las detonaciones.

También hace parte de la lista de los reportes, un Currucutú que es llevado a las instalaciones del CAVR, luego de estallidos de pólvora, al valorarlo se evidencia un trauma en el pectoral; este animal se recuperó y se liberó posteriormente.

Un gavilán pollero que llegó en estado de shock luego de chocar con un vehículo en la madrugada del primero de diciembre, al cual se le encontró una fractura en el pico.

La mayoría de los casos de afectaciones a la fauna silvestre, como las muertes de aves, no están contabilizado. Los reportes de los ciudadanos incluyen pichones que han caído de sus nidos o los han abandonado.

Desde el Área Metropolitana decimos  Soy Antipólvora por las graves afectaciones que padece nuestra fauna silvestre.