Alrededor de 14 especialidades están dispuestas para la atención de la fauna silvestre que llega al CARV del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
En octubre de este año, uno de los monos cariblancos que fue recuperado del cautiverio en una terraza en Medellín, fue hallado con tres dientes fracturados y los nervios expuestos. El acceso a una cita de exodoncia le ha permitido en su proceso de recuperación consumir mejor los alimentos, mejorar su calidad de vida y quitarle el dolor que le generaba. Como este, son 186 los casos más en los que los animales han requerido de medicina especializada.
Gracias al convenio establecido con la Universidad CES y el Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ), se cuenta con un equipo multidisciplinario que presta atención en oftalmología, ortopedia, oncología, neumología, neurología y otras especializades. Lo que garantiza que cada animal sea evaluado y tratado de manera integral, atendiendo todas sus necesidades de salud.
«La medicina integral no solo mejora las posibilidades de recuperación de los animales, sino que también refuerza el compromiso del Área Metropolitana de Valle de Aburrá con la conservación y el bienestar de la fauna silvestre, una tarea que requiere de esfuerzo conjunto entre entidades académicas, científicas y ambientales», indica Andrés Gómez Higuita, supervisor del CAVR de fauna silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Este modelo de atención permite la recuperación de los animales que llegan al CAVR con complejas condiciones de salud, facilitando su retorno a la libertad.