Por segundo año consecutivo, las Fiestas de la Naranja posicionaron a Copacabana como una ciudad de grandes eventos, al reunir a cerca de 100 mil asistentes entre propios y visitantes, quienes disfrutaron durante cuatro días de una celebración segura, ordenada y llena de alegría.
Las festividades representaron un importante impulso económico para el municipio, con un movimiento estimado de más de $2.000 millones de pesos, que beneficiaron directamente a los sectores comercial, gastronómico, de emprendimiento y artístico local.
“Estamos muy contentos porque nuevamente tuvimos unas celebraciones sin ningún hecho que lamentar, y lo que más nos alegra es ver a las familias disfrutando juntas: niños, adultos, padres, madres y abuelos compartiendo en un entorno seguro que promovemos desde la administración municipal”, afirmó el alcalde Johanntan Pineda Agudelo.
En su edición número 27, las Fiestas de la Naranja ofrecieron una programación que combinó lo tradicional y lo contemporáneo. En total, participaron cinco artistas internacionales, once nacionales y cuarenta agrupaciones y solistas locales, que llenaron de música, talento y energía los diferentes escenarios del municipio.
La agenda incluyó además actividades ambientales y comunitarias como la siembra de 150 árboles nativos, la caminata canina con la participación de cien personas y sus mascotas, y el tradicional Festival de Sancochos, en el que se sirvieron 600 platos en cuatro veredas. También se realizaron shows de humor en Yarumito y La Misericordia, una exhibición de 60 motos y bicicletas antiguas en el barrio La Pedrera, y la Feria Sostenible, que reunió a 50 emprendedores y campesinos locales.
El éxito de las fiestas fue posible gracias al trabajo articulado de cientos de personas comprometidas con el bienestar y la seguridad de todos los asistentes. Más de 300 funcionarios y apoyos logísticos, 400 efectivos de la Policía Nacional y Carabineros, 40 soldados del Ejército Nacional, 124 socorristas de Bomberos, Defensa Civil y Cruz Roja, además de 35 operarios de aseo y 30 agentes de tránsito, acompañaron las jornadas con dedicación.


