Lechuza en cautiverio durante siete meses fue entregada voluntariamente y se recupera en el CAVR del Área Metropolitana


El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) recibió recientemente una lechuza común (Tyto alba) que permaneció cerca de siete meses en cautiverio dentro de una vivienda del Valle de Aburrá. El ave fue entregada de manera voluntaria por la persona que la tenía en su casa, lo que permitió iniciar un proceso de recuperación para devolverla a su hábitat natural.

Durante la valoración inicial, los profesionales encontraron que el animal presentaba pihuelas de cuero en sus patas, implemento utilizado en prácticas de cetrería para restringir el vuelo de las aves rapaces y entrenarlas para la caza. Asimismo, la lechuza mostraba un comportamiento habituado a la presencia humana, estaba deshidratada y en bajo estado corporal, signos claros de los efectos negativos del cautiverio.

Actualmente, el ejemplar está en proceso de rehabilitación. Los especialistas evalúan sus capacidades de vuelo y caza, y adelantan ejercicios de ahuyentamiento para fomentar que mantenga distancia de las personas. Solo después de este proceso se determinará si puede regresar a la vida silvestre.

El CAVR destacó la importancia ecológica de la especie, ya que las lechuzas son aliadas fundamentales en el control natural de poblaciones de roedores y cumplen un papel clave en el equilibrio de los ecosistemas. Su tenencia ilegal no solo afecta la salud y el bienestar del animal, sino que priva al entorno de un depredador esencial.

De acuerdo con los registros del centro, desde 2024 a la fecha han ingresado tres lechuzas: dos atendidas por emergencias y esta última por cautiverio ilegal. A ellas se suman otros dos casos de aves rapaces, un búho real (Bubo virginianus) y un cernícalo (Falco sparverius), que también llegaron con pihuelas en sus patas.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar el tráfico ilegal y entregar voluntariamente la fauna silvestre que permanezca en cautiverio. “Cada entrega es una oportunidad de devolver la libertad a un animal y fortalecer la vida de nuestros ecosistemas”, subrayó la entidad.