Medellín llama a vivir la Feria con cultura ambiental: 90 toneladas de residuos recogidos en 2024 impulsan campaña por la sostenibilidad


La Feria de las Flores, uno de los eventos más emblemáticos del Distrito de Medellín, recibe cada año a miles de turistas que llegan a la “Ciudad de la Eterna Primavera” para disfrutar de una celebración que exalta la tradición, identidad y orgullo antioqueño a través de las silletas, la gastronomía y la música. Sin embargo, esta masiva afluencia de visitantes representa un reto importante para la gestión de residuos sólidos.

Solo durante la edición 2024, Emvarias recolectó 75 toneladas de residuos ordinarios y 15 toneladas de material reciclable. La cifra se suma a un contexto más amplio: en el Valle de Aburrá se generan anualmente más de 1,2 millones de toneladas de residuos. Según el Área Metropolitana, si durante las festividades cada ciudadano comprara solo lo necesario, se podría reducir hasta un 40% la cantidad de basura producida.

Por ello, la autoridad ambiental hace un llamado a la ciudadanía para adoptar prácticas sencillas que contribuyan a mantener limpia la ciudad y a fortalecer la sostenibilidad del territorio. Entre las recomendaciones figuran: salir de casa con bolsa de tela, termo de agua y abanico reutilizable; no dejar residuos en el suelo y esperar a encontrar un contenedor o “punto limpio”; y evitar arrojar basura en zonas verdes, quebradas o espacios naturales, ya que esto no solo contamina el ambiente, sino que también pone en riesgo la fauna local.

La campaña también invita a predicar con el ejemplo, involucrando a familiares y amigos en estas buenas prácticas, y a participar en actividades de economía circular, como la creación de una silleta elaborada con material reciclable. Esta iniciativa busca no solo reciclar, sino también promover la reutilización, prolongar la vida útil de los materiales y evitar que terminen contaminando ríos, montañas y barrios.

Con estas acciones, Medellín reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la preservación de su patrimonio natural, demostrando que la tradición y el respeto por el ambiente pueden florecer juntos.