En un acto simbólico realizado en el Jardín Cementerio Universal, la Alcaldía de Medellín y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas anunciaron la construcción del Memorial de Identidades Ausentes, un espacio dedicado a la custodia digna de cuerpos de personas desaparecidas en el conflicto armado colombiano.
El memorial se levantará en un área de 187 metros cuadrados y contará con 357 osarios, destinados a preservar los restos humanos no identificados o identificados que aún no han sido reclamados. Además, custodiará prendas de vestir y objetos asociados a los cuerpos hallados, elementos clave para su posible identificación.
“Nos encontramos en el Jardín Cementerio Universal con una gran noticia: la firma del convenio entre el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga y la directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Janeth Forero. Esto es trascendental porque seguimos comprometidos con las víctimas. Iniciaremos una obra de $1.300 millones que permitirá que los restos encontrados reposen dignamente en este mausoleo”, expresó el secretario de Paz y Derechos Humanos, Carlos Alberto Arcila.
El memorial también contará con un recinto para el diálogo, un monumento en homenaje a las víctimas de desaparición forzada y un espacio destinado a rituales y actos públicos de memoria. Se espera que este lugar facilite el encuentro de familiares, organizaciones de búsqueda y ciudadanía, en un esfuerzo colectivo por recordar, exigir justicia y avanzar en los procesos de verdad e identificación liderados por el Estado.
Antioquia es el departamento con más personas desaparecidas del país, con un universo en construcción de al menos 25.548 registros, según la Unidad de Búsqueda. En este contexto, Medellín reafirma su compromiso con la dignificación de las víctimas, el fortalecimiento de la justicia transicional y el reconocimiento del sufrimiento de miles de familias.
Con el Memorial de Identidades Ausentes, la ciudad no solo contribuye a aliviar el dolor de quienes aún buscan a sus seres queridos, sino que también impulsa la participación activa de la sociedad en la construcción de memoria histórica, la reparación simbólica y la garantía de los derechos de las víctimas del conflicto armado.