Un grupo de 23 personas en el Valle de Aburrá cumple una misión silenciosa pero vital: recibir y reubicar abejas africanizadas (Apis mellifera) rescatadas de zonas urbanas para darles un nuevo hogar seguro. Estas personas forman parte de una red impulsada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y son conocidas como reubicadores.
Su labor es esencial tanto para la seguridad de las comunidades como para la conservación de la biodiversidad. Gracias a su trabajo, las abejas pueden seguir desempeñando su papel como polinizadoras en entornos controlados, sin representar un riesgo para la población.
“Los reubicadores son pieza clave en la gestión del riesgo y la protección de la biodiversidad. Gracias a su dedicación y experiencia, logramos proteger tanto a las personas como a las abejas africanizadas, que cumplen un rol fundamental como polinizadoras. Su trabajo permite que estas abejas puedan vivir en ambientes controlados, evitando situaciones de emergencia y fomentando un equilibrio entre la naturaleza y la ciudad”, resaltó Luz Jeannette Mejía, líder de la Unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana.
Desde 2024, esta red ha realizado 34 visitas técnicas a sitios de reubicación, dos cursos sobre buenas prácticas apícolas y genética de reinas, y una capacitación en registro de actividad apícola en alianza con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), orientada a la certificación en buenas prácticas y registro sanitario de predios. Además, se han entregado insumos como carpas-toldo y rejillas excluidoras para mejorar las condiciones de estos espacios.
“Reubicar es mucho más que un trabajo, es un compromiso con la vida y los ecosistemas. Cada abeja que reubicamos representa una oportunidad para proteger una especie vital y, al mismo tiempo, cuidar de nuestras comunidades”, expresó Jorge Ernesto Muñoz, reubicador de la Red del Área Metropolitana cuando el caso excede sus capacidades de respuesta.
La labor de estos guardianes de la biodiversidad reafirma que la convivencia entre el entorno urbano y la naturaleza es posible cuando se apuesta por soluciones sostenibles e integradoras. Con el propósito de garantizar el bienestar de las abejas y la seguridad ciudadana, se continúa nconsolidando esa red que proueve práctivas de protección, manejo responsable y educación ambiental en el terri