148 tortugas morrocoy regresan a su hábitat tras ser rescatadas del tráfico ilegal


Un total de 148 tortugas morrocoy fueron liberadas en su entorno natural tras completar un proceso de recuperación en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Estos reptiles habían sido rescatados del tráfico y la tenencia ilegal, y su liberación se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Vida Silvestre.

El proceso de rehabilitación, llevado a cabo por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en conjunto con la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (CARDIQUE), incluyó la recuperación clínica, física y comportamental de las tortugas para garantizar su supervivencia en el medio silvestre.

“Hicimos toda la recuperación clínica, física y comportamental para que volvieran a recuperar muchas de sus habilidades y cumplieran en el entorno silvestre esas funciones ecológicas y biológicas de especial importancia para garantizar la estabilidad y la vida en este tipo de ecosistemas de bosque seco tropical”, explicó Víctor Manuel Vélez Bedoya, biólogo marino del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Además de las tortugas, en esta misma operación fueron reubicadas seis guacamayas, cuatro loritas negras y una guacharaca. Debido a que estos ejemplares han perdido las habilidades necesarias para sobrevivir en libertad por su interacción con humanos, fueron trasladados a la Fundación Loros y al Aviario Nacional de Colombia, donde recibirán cuidados especializados y formarán parte de programas de conservación y educación ambiental.

Ángelo Bacci Hernández, director de CARDIQUE, destacó la importancia de este tipo de acciones en la lucha contra el tráfico de fauna silvestre: “Cada liberación es un paso adelante. Estas tortugas nunca debieron haber sido extraídas de su hábitat, y devolverlas a la naturaleza es nuestra manera de reparar ese daño. Hacemos un llamado a la ciudadanía para que rechace la compra y tenencia de animales silvestres, pues su lugar no es en los hogares, sino en la naturaleza”.

Las autoridades ambientales reiteraron su llamado a la ciudadanía para denunciar el tráfico ilegal de especies y rechazar la tenencia de fauna silvestre como mascotas. Cada animal extraído de su hábitat representa una pérdida para los ecosistemas y un riesgo para su supervivencia.