En la vereda La Veta, municipio de Copacabana, Antioquia, la ciencia ha florecido en un lugar inesperado: una pequeña escuela rural. Todo comenzó en 2022 cuando Sandra Milena Muñoz Pérez, docente de lenguaje, se unió a la Institución Educativa Rural Granjas Infantiles. Al llegar, se encontró con un pluviómetro instalado por el proyecto SIATA del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, un sensor que mide la cantidad de lluvia.
Lo que en un principio era solo un dispositivo más, pronto despertó la curiosidad de Sandra, quien no había escuchado antes el término “pluviómetro”. Ese mismo año, con el apoyo de SIATA, comenzó a guiar a sus estudiantes en la observación y análisis de fenómenos meteorológicos, transformando su labor como docente.
El 2022 trajo lluvias inusualmente intensas, y la escuela rural experimentó inundaciones entre julio y agosto. A medida que el pluviómetro registraba niveles alarmantes de precipitación, surgieron preguntas clave entre los estudiantes: ¿Por qué llueve tanto? ¿Cómo afecta esto a las fuentes hídricas cercanas? Motivados por estas inquietudes, Sandra y sus alumnos crearon un semillero de investigación enfocado en estudiar el clima local, aplicando el método científico para conocer a fondo los recursos hídricos de la vereda. Este proceso involucró a la comunidad y las familias, quienes participaron activamente en las salidas pedagógicas y el reconocimiento del entorno.
Durante el monitoreo meteorológico, los estudiantes registraron datos que revelaron cambios abruptos en el clima: fuertes lluvias en 2022 seguidas de una intensa sequía entre 2023 y 2024, resultado del fenómeno de El Niño. Estas observaciones no solo enriquecieron el aprendizaje académico de los niños, sino que les enseñaron sobre la variabilidad climática y sus impactos en su territorio.
Con el apoyo de SIATA y el modelo educativo Escuela Nueva, la profesora Sandra ha inspirado a sus estudiantes, de entre 5 y 12 años, a convertirse en pequeños científicos. A pesar de no contar con labora