El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en colaboración con el sector industrial y la ciudadanía, ha consolidado una red de 92 puntos de monitoreo como parte del proyecto ambiental REDRÍO, con el objetivo de explorar y preservar las aguas subterráneas del territorio. Esta red incluye 62 aljibes, diez pozos, seis manantiales, cinco totalizadores de agua lluvia y nueve piezómetros, los cuales permiten medir el nivel del agua.
REDRÍO busca integrar a los usuarios en la gestión y aprovechamiento de este recurso vital, asegurando su calidad y cantidad a través de monitoreos específicos. Luis Arnoldo Restrepo, usuario de la red, destacó la importancia de la concesión de agua subterránea en su negocio de lavado de vehículos, lo que ha reducido su consumo de agua del acueducto y disminuido el uso de químicos en su planta de reciclación.
El proyecto realiza cuatro tipos de monitoreo que permiten conocer las características del agua, incluyendo las líneas de flujo, los procesos de evaporación y su formación geológica. Estos estudios son clave para determinar el uso adecuado del agua subterránea en actividades industriales, domésticas y agropecuarias.
En la región, se han identificado tres tipos de acuíferos: el acuífero libre, el semiconfinado, y el acuífero de la dunita de Medellín, este último ubicado en la zona oriental del Valle de Aburrá, y cada uno con características específicas según su profundidad.
El agua subterránea representa aproximadamente el 30% del agua dulce del planeta, lo que subraya la relevancia de este proyecto en la gestión sostenible del recurso hídrico en la región.
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