En un acto especial celebrado este lunes en la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá, el presidente Gustavo Petro sancionó la ley antitaurina conocida como «No Más Ole», marcando un hito en la lucha animalista en Colombia.
Tras 30 años y 14 intentos fallidos, el Congreso aprobó esta normativa que pone fin a las corridas de toros en el país.
La Senadora del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, explicó la trascendencia e importancia de esta histórica norma. La ley establece varios componentes clave:
Primero, prohíbe las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tiendas en todo el territorio nacional. Para implementar esta prohibición, se estableció un proceso de transición de tres años, durante el cual se identificarán a las familias que subsisten de la práctica taurina. Estas familias serán apoyadas a través de un programa de reconversión laboral, permitiéndoles transitar hacia actividades que no involucren la tortura de animales.
Se conformará un comité con la participación de distintos sectores, incluyendo cultura, ambiente, industria, comercio y turismo, así como representantes del sector taurino. Este comité desarrollará el programa de reconversión y acompañará a quienes deseen embarcarse en proyectos productivos, culturales o deportivos.
Otro punto importante de la ley es la transformación de las plazas de toros. Estos espacios podrán ser destinados a eventos culturales, conciertos, actividades lúdicas, deportivas y ferias, debiendo ser adecuadas dentro del plazo establecido.
Tras los tres años de transición, habrá un cuarto año adicional para la adecuación de las plazas de toros que aún estén en funcionamiento. Actualmente, en Colombia existen más de 100 plazas de toros, aunque las corridas se realizan en un máximo de 20 municipios, y en varios de estos son ilegales por no cumplir con los requisitos de la Corte Constitucional.
Una vez transcurridos los tres años de transición, será ilegal realizar corridas de toros en cualquier parte del país, tanto en espacios públicos como privados, consolidando así un importante avance en la protección de los derechos de los animales en Colombia.
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