En una visita al departamento del Chocó, el presidente Gustavo Petro lanzó un ambicioso plan para transformar la región, invitando a los integrantes del «Clan del Golfo» a abandonar el narcotráfico y apostar por la agroindustria.
La propuesta, denominada «pacto por la vida», busca convertir al Chocó en una de las zonas más prósperas de Colombia.
«Las organizaciones comunitarias nos pueden ayudar a que, con una serie de entidades agrarias, se pueda construir aquí un fortín agroindustrial de la comunidad», afirmó Petro. Según el mandatario, este pacto implica renunciar a la violencia, ya que «en medio de los cementerios no se construye ningún canal interoceánico ni ningún centro agroindustrial, ni ninguna riqueza, solo pobreza y miseria».
Petro destacó el potencial del Chocó para producir plátano, arroz y madera, productos que podrían ser industrializados para evitar la explotación del campesino. «Las organizaciones comunitarias nos pueden ayudar para que, con las entidades agrarias, se pueda construir aquí un fortín industrial de la comunidad», insistió.
El presidente fue enfático al dirigirse a los jóvenes del «Clan del Golfo», subrayando que ha llegado la hora de la paz. «Yo les estoy proponiendo aquí más riqueza por generaciones hacia adelante, que el narcotráfico, el sicariato, que la muerte. Ya llevamos tres generaciones de muertos y vamos a continuar de aquí en adelante, eso no deja nada sino la tristeza, la nostalgia, la destrucción», expresó.
La invitación de Petro es clara: «comenzar ya a dejar el narcotráfico y volverse industrial». Esta iniciativa busca no solo acabar con la violencia, sino también abrir las puertas a un futuro más próspero y estable para el Chocó.
