El Distrito de Medellín ha iniciado un innovador plan piloto con el objetivo de reducir la disposición inadecuada de residuos sólidos en espacios públicos y lugares no autorizados.
La estrategia se apoya en la utilización de bocinas y cámaras de monitoreo para disuadir a los ciudadanos de arrojar basura fuera de los lugares permitidos. Las multas para quienes infrinjan estas normas pueden llegar hasta los cuatro salarios mínimos diarios legales vigentes.
La administración distrital aprovechará la tecnología del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad para mejorar el manejo de residuos en puntos críticos. Las bocinas y cámaras de monitoreo emitirán mensajes que invitan a mantener los espacios públicos limpios y a respetar las normativas de disposición de residuos.
El plan piloto comenzó en la carrera 31B con calle 102B, en el barrio Granizal, un sector que requiere una intervención integral en términos de limpieza y convivencia.
En tan solo 15 días desde el inicio de la iniciativa, se ha logrado reducir en un 70% la cantidad de residuos arrojados en lugares no permitidos, mejorando significativamente el comportamiento ciudadano. Además, se han emitido cuatro órdenes de comparendo.
Esta estrategia no solo busca mejorar la percepción de seguridad y la cohesión comunitaria, sino también fomentar la conciencia ambiental y el cumplimiento de la ley.
Con la implementación de estos dispositivos tecnológicos, la alcaldía de Medellín apuesta por la pedagogía y la sensibilización ciudadana para mantener los espacios públicos en óptimas condiciones, reducir actos vandálicos y fortalecer la calidad de vida en la comunidad.